viernes, 9 de diciembre de 2022

El relato de un libro. Alberto Kadan Navarro.



























































EL RELATO DE UN LIBRO.


































En gratitud a don José Polo, a Teodor Petrov y a los amigos que siempre están.

Al Planeta de los Libros.









DESDE EL PUNTO CERO.


En una lúgrube cueva de una promesa encantada,

Suena el gong firme junto a un incensario,

Vibra el espíritu junto a su enamorada.

Toda vez que llega el aniversario,

El agua de una riada,

Un intinerario.

Sentimientos forjados en agua y fuego.

Pregunta como vencer un guerrero.

Ver brillar el cielo.



TUS RECUERDOS EN TU TIEMPO.


En un camino de alto cielo, sentir el júbilo de un corazón nuevo, 

Quiero.

Levantar la dignidad,

El frío de una cueva, mantenerse en pie quisiera.

Escribir en el susurro de la celebridad,

Te hace caer una y otra vez la adversidad.

Si pudiera expresar por todo lo bueno que merece luchar, pudiera hacerlo en un diálogo sincero, cuando los males acechan, todos parecen lugares inciertos,

Despertar sus corazones en la luz,

Que la semilla del bien prospere hasta la Eternidad.

Aún queda un centelleo en el hombre del Sol de su Majestad.

Cémbalo perdido.

Ante la caterba del olvido.

La voz de tu soñar,

Que venga el Sol de la Paz.


LEVANTAR UN ESCUDO.


Cuando hay fuerzas

Que fácil es luchar sin decaer,

La Misericordia es la antología, 

Lo solemne de tu belleza,

Al abrigo de ese atributo quiero aparecer,

Atenuar el dolor del desarraigo,

Cuando todo vuelve a la debilidad,

Las fuerzas se ven menguadas en un eclipse,

Saber que para mejorarse hay que soportar,

La duda propia y la de los demás.

Hasta que llegue tu amanecer

Atildado de tu portavoz.



TU ENCOMIENDA.


Pronto quisiera socorrer a los poetas,

Lo bienaventurado para no dejarse caer,

Ante la escarcha,

Cuando todo es llanto,

Y abandono.



VIAJES DE ENCUENTRO.


El sentimiento de desamparo,

Y aún ahí brilla la aringencia con nuestros antepasados,

La ayuda y el cémbalo,

Toda vez que es imprevisto

Como algo que no entendemos.

La escasez de las noches en las cismas, en los riscos por donde queda el espíritu en las largas travesías.

Surge un tranvía por ciudades que uno desconoce, se ven sus atardeceres, algunos hablan de su cotidianidad, saberse nuevo en ese mundo, tu viaje en el tiempo, el poema que surge en lo nuevo.

El contraste del lago, los pueblos de ensueño, el pueblo de las librerías.

Y aquel reloj astronómico, casi incomprensible de aquella ciudad.


LA ESPERANZA HAY QUE AMARLA.


La esperanza, se posicionan la noche para olvidarla.

Todo nuestro olvido recae en ella.

Cuánto cuesta confiar,

Que volverá a amanecer.

Darlo todo perdido.

Elevarla para vislumbrarla,

Para no caerse en la noche de los tormenta.

La esperanza hay que amarla.


TE ACUERDAS QUE YA LLEGAN TIEMPOS MEJORES.


Tantos en la agonía de un simple vaso de agua,

Sin el abrigo de ti,

Por los que sufren en el arduo camino,

Enfrentando su desafío,

Solo un sentido más amplio da con la ilación,

A todos esos desamparados,

A los que se encuentran cansados en su peregrinaje,

Que exista una nueva cofradía

Una nueva ilusión,

Componer lo que se desprende de la mirada atenazante que nos hace perder el amor por nuestros semejantes.

En el invierno del hombre que se desvanece

Toda ilusión perdida,

Por los que trabajan para que el corazón de los hombres prosiga su labor,

Que se desvanezca la hostilidad entre las personas.

Al saberse que hay mucho más que nos une.

El atributo de lo divino,

Algunos lo han perdido todo,

Vendrán tiempos mejores donde la virtud al alba despierta

Todas las sanas emociones.



EL GUERRERO QUE TODOS LLEVAMOS.


Cómo vencer la dedesperación te pregunté cuando todo era rechazo,

A punto de rendirnos,

En la fragilidad humana,

Ampararse en las fuerzas de la existencia,

Porque las fuerzas del hombre son débiles

y hasta el más fuerte es vencido,

Aparecer esas personas que son bienaventuradas,

Que nos dan sus fuerzas,

Y toda esperanza regresa.

Arcángel Miguel, 

A ti te imploré,

En lo infranqueable de aquel desierto.



AMANECERES NUEVOS.


Quisiera estar más tiempo contigo, amigo y guía, vivir los amaneceres nuevos, aliviar el dolor de otros,

Tantos poetas que ayudaron a tu esperanza,

Por más que a otros les pareciera una rareza.

En aquel sitio de soledad, de desiertos que se encontraban unos con otros sin habitarse.

Cuan grande es la graritud de nuestro guía,

El espíritu que nos lleva hasta el Hombre Nuevo.



LOS SUEÑOS Y MINTAKA.


Aparecen como de la nada ígneos desafíos,

De la fortaleza se pasa a la debilidad,

Y toda aquella debilidad debe enfrentarse a fuerzas que la buscan para apagar la luz.

Los arcángeles y ángeles en su camino,

Lo acogen.




TEMPLARIOS.


Estar más cerca del desprecio de lo desolador,

Quisiera expresar todo el impulso de otros poetas en una historia junto al fuego encendido.

Decirles que en todas la dificultades vi su luz,

Sosiego reparador para el espíritu.

Nadie sabe de dónde sacaron

Las últimas fuerzas,

Fue tan esperanzador.






📜 PERGAMINOS.


Hubo un momento que hubo que seguir solo

No había libros.

Tampoco nadie que escribiera versos,

Todo los contrario abrumaba el espíritu,

Volver a recordar los poemas leídos,

Los libros que tantos otros durantes siglos se esforzaron en escribir.

Los textos nuevos que surgían de manos cansadas,

Nadie recordaba a los poetas,

Ni siquiera los que querían serlo

Pocos.

Había un mundo de olvido hacia ellos.

Nunca os quise olvidar.

Todo mi agradecimiento.



EDITOR Y ESCRITOR.


En aquella tierra de nadie,

Tan solícita.

No había lugar para los libros,

Todos rechazados.

El Sol entre sus páginas,

Encontrar el tesoro en cada palabra

Otorgada.

Refugio

A la palabra dada.




EL LARGO CAMINO.


Quedarse abandonado como todos los poetas en aquellos tiempos, al único destino de no ser olvidados.

Lo desconocido del lugar reservado,

Entre miradas de desprecio,

Algunos buscaban sus tesoros o querían ser poetas, mientras odiaban a los que ya lo fueron,

Sentir el vacío y recuperarse,

Y tanto les molestaba.





EL FÉNIX.


La sensibilidad del poeta,

A todo lugar

Llegó el tiempo de la letra,

Al sentimiento de tu certeza,

Cuando llega el abandonarlo todo,

Y como venido del cielo cualquier persona Inesperada,

Hace que vuelva a latir el Corazón Nuevo.



SE RECUERDA EN OTOÑO.


En todo verano hay un amor sincero donde  se expresa la fortuna de vivirlo.

Nos deja un regalo, 

Que jamás debiéramos perder.

Nos hizo ser mejores en cualquier verso.

A todo amor sincero.



AL LEER TU POEMA ESCRIBO

 Y CUANDO

 ME LLEGA AL ALMA


En la memoria para un amigo,

Que llega aún en la madrugada,

Brilla como una estrella en el firmamento,

Allí donde estés te recuerdo.

Como el principio de un verano.

En el naranja de los atardeceres más magníficos,

Donde el Sol existe en todo su esplendor.

Te veré entre las montañas,

Como el Sol de la primavera que ve llegar la luz de otro Sol.

Un amigo que fue como un padre para mí.



ME DI CUENTA DE QUE TU ERAS LA POETISA.

LA BELLEZA DE UN SUEÑO.


A los mundos antiguos, poemas de un sueño,

Por ti la dicha, el recuerdo que nos queda, saber que en otras épocas fueron mejores, y sin tantos medios.

Desde el pasado hacia adelante la voz que hoy quedó.

Ver lo realmente aprendido, en la hora donde solo queda un escritor consigo mismo, en la espera.


UNA ESTRELLA.


Llega la mar en su descanso,

De ti no llega,

Al impulso del cambio,

Contemplación al pasar,

La paradoja de la danza del viento.




UN POEMA PARA TU IMPRENTA.


Toda la noche solitaria, el frío en la piel,

La noche que nos enseña la poesía,

Para resistir la inclemencia,

Son las musas las que suspiran,

La apatía se aleja,

Y todo lo compartido

Tu fuego encendido.



PAISAJES DE TU REGRESO.


Paisajes que nos sobrecogen,

Bellos lugares de ensueño,

Pero uno siempre quiere regresar,

No se sabe muy bien, 

Es como una llamada de todas las alegrías,

De recuerdos de amigos y vivencias,

Como un peregrinaje de vuelta a casa. 


LIBROS DE AVENTURAS.


El poema del homenaje al libro, 

Cada aventura es un vuelo,

Donde se aprende algo nuevo.

Un lema también,

Un diálogo de enseñanza entre escritor y maestro.

Hay un enriquecimiento constante, un reto que fragua o no.

La magia de la palabra. 

Novelas para imaginar, soñar, detallar lo cotidiano, hay tantos estilos.

A veces he querido ser ya el guía, viene la técnica, se aproxima en poemas ya, pero llega el Sol del día, y uno se queda pálido con un solo segundo de su luz, qué maravilloso reto que eclipsa cualquier acercamiento.

Pero que grande el júbilo que siente el corazón al saberse en su guía.



EL VIAJE DE LOS LIBROS.


Navega cierto.

La paciencia que se adquiere en los mares, libros que nos hacen ser mejores personas, ayudar a otros, sentirme siempre en buena compañía. Trabajar juntos en ese océano, en los ríos que pueblan ciudades, ir conociendo sitios y lugares.

Con un amigo con el que compartes la magia de los libros, quien cada tarde comparte las vistas al atardecer desde cubierta.

Coincidir en el puerto entre marineros y bellas muchachas, en lo sencillo de un barrio, ver volar los aviones.

Todo aquel puerto de diferentes contrastes, y siempre coincidir en el mismo barco, en los puertos, en los mares que llegan a tiempo. El equilibrio entre tantas cosas. 

Allí llega la reserva de cada tarde, el momento final del Sol, o en su punto más álgido. Estamos cerca y cuando llegan los momentos del libro hay una tertulia, como si él, los personajes de la novela y todo lo que nos rodea interactuara junto, hay consejos, experiencias, técnica e inventiva en el apacible encuentro.


A TU AGRADECIMIENTO.


Me olvidé de ti que quedaste relegado,

Fracturado tu corazón.

Me olvidé de ti.

Nos conoceríamos en el mundo del libro.

En un viaje en tu búsqueda.

De ti y de mí, tu eres el águila.


LEYENDO EN LA HISTORIA.


El mundo del libro se reconstruye,

Tiene su propia historia,

Incluso cuando estás leyendo o escribiendo un libro y te llaman por teléfono son partícipes de otras historias…

La magia del libro que se comparte.




EL SOL DE TU INTERIOR.


Una jornada más en el afán de la vida,

Un libro solitario que nos llama para encontrar lo perdido.

Al sufragio de leer sus páginas en una calle cualquiera.

Con la dicha puesta en el interior, a veces los libros son el público espectador, 

De la vida ajena.

Viajan por el tiempo de una época, van pasando por la diferencia y la semejanza de la hora de tu anhelo.

Tempestades que nos dejan a la deriva, perdiendo todo lo que fuimos.

Página a página volvemos a ser nosotros.

Y sin embargo toda máquina de escribir se asemeja a un piano, dispuesto a expresar lo que captamos de lo que tuvieron a bien llamar imaginación.


PAISAJE DEL SISTEMA SOLAR.


Cuando llegó a ser más fácil y se escribía de otro modo,

En otra imaginativa, versada en la seguridad de las cosas, protegido de todo golpe,

A cambio tu experiencia, el mundo de tus letras que nos enseña los contrastes, la noche y el día.

Siento que me vas forjando en lo intempestivo y la dureza de tu intemperie.

Nuestros escritos, los que se hacen en un estilo y en el otro,

Ya son pocos.

Los libros inspiran a los inventores, divergen y convergen para llegar a su encuentro.


CUANDO LEÍ TUS LIBROS.


Un libro de un viaje dentro de un viaje, se mueve por sí mismo.

Algunos están en un escaparate, otros arrojados a la espera de que alguien pudiera leerlos.

Se requiere de fuerza y concentración, hay que tener la paciencia necesaria,

Son esos viajeros de los siglos que nos conmueven.

Parece que estuviesen como desmerecidos, como algo denostado que fue de otro tiempo.

Y sin embargo hay tanto cine de ellos.


TU AMIGO EL LIBRO.


Guardan y protegen tesoros en cada lugar, si te deja alguno algún amigo le llega a uno mejor el texto.

Tienen ese afán de ser compartidos, de interesarse también por nuestras propias historias, sin olviarse de que cada época del eterno retorno tiene sus peculiaridades.



UN LIBRO EN SU LECTURA.



En sus páginas guardan la enseñanza de profesores y catedráticos, la influencia de todas las personas que los leyeron, son una referencia inolvidable, una joya de las artes, la literarura.

Acogen una casa, la dan valor, fortaleza, atesoran pergaminos de hace siglos.

En la humildad aún sabiéndose traducidos, sentidos por el mundo.

Llegan por sí solos pero únicamente cuando se está preparado para valorarlos.



FIRMAMENTO.


Una vez soñé desde tu firmamento, 

Verte como llegabas hasta él,

Tenía el nombre de tu agradecimiento,

Me sentí Alberto en Oriente y Kadan en Occidente.


Adaptarse al cambio, 

Revivir nuestra propia historia en un solo presente,

Comprender la misma poesía, 

siendo todo tan diferente.


LAS ESTILOGRÁGRICAS.


La escarcha en el sentir,

El vacío incombustible,

Añoranzas de una cadencia,

Son tan difíciles las horas sin ti

Lo que encontramos en la distancia,

Se suceden las horas magníficas 

En los libros de difícil olvido,

Al calor de sus páginas te revivo.

Quise ser lo unánime,

Pero me faltaba encontrar tu maravillosa presencia que fluye desde el presente, ser feliz en la amistad de las cosas, 

Quererte en la gratitud de tu compañía como se ama el momento álgido. 

Vi tu resplandor en las aguas de un sentimiento.

Y me hablabas en el reflejo de toda la naturaleza, sentí lo afortunado que era, lo que aún me faltaba, comprendí con aquel gesto que de verdad me amabas y que ni yo, ni ningún poema era digno de ti,

Y aún así me amabas,

En la noche de la soledad, en el rechazo de una flecha certera que deja una herida imposible de curar, 

Solo tu amor podía ralentizar mi despedida.

  

POEMA DE LOS VIAJES EN EL TIEMPO.


Guardo tu poema para cuando leas los míos,

Quise volar hacia ti,

Descansar del largo peregrinaje,

Abrazar a los amigos de los momentos tan difíciles de tu literatura,

Volver a leer la espontaniedad vital,

De la solemne cultura.


EL RECUERDO DE TU SUEÑO.


Ya queda tan lejano aquel mundo que ya no lo recuerdo, vine a un mundo nuevo de humanismo, vi de donde veníamos y creí en lo imposible durante un tiempo y en aquel mundo encontré ángeles en el cielo, eran amigos que ya conocía, muy pocos, ya había muy pocos ángeles del sentido humano, tan pocos…

Había vivido en un mundo humanitario en el que todos tenían un nivel o grado de evolución muy elevado. 

Recuerdo las nubes y las estrellas, la vida donde todos buscaban el bien para todos.

Qué pasaría más allá de aquellas esferas, dejarle una carta para todos, conocí un reino durante años donde el hombre vivía en un nivel mucho más elevado, casi no existía la violencia, y no permetían que la gente sufriera, a los heridos se los atendía inmediatamente y todo el mundo velaba por el bien de los demás como el arte supremo de la vida.

Jamás pensé en que después de esa vida pudiera existir un mundo tan terrible.

De los diarios en los mapas estelares no quedaba nada, puede que las rutas se perdieran en una vida.

Solo quedábamos unos pocos que aún tuviéramos algo de humanidad. No sé si en algún punto del camino seres superiores nos sacaron de aquel planeta, me temo que sí, realmente habían vivido así durante siglos.

Intenté buscar otros escritos que hablaban de códices y cosas por el estilo, a algunos les había pasado algo parecido. Me temo que quédabamos muy pocos que aún siguiéramos vivos por así decirlo, quebrados en el recuerdo de lo que vivimos, sufriendo un duelo irreparable, ya no había nada de aquel mundo verdadero en el que se trabaja a favor de las fuerzas del bien.

Y que importaba la herida…

Cómo apareció aquel mundo de repente…

El odio les había ganado.

El odio irracional.

Perdí toda esperanza cuando vi los ojos del mal en todos los que antes me querían.

Un poema ya irrecuperable, sentido en lo vacuo de no convertirse en las fuerzas de la obscuridad.

Buscando el último halo de luz a sabiendas de que en algun punto estelar toda civilización tal y como la conocíamos había sido destruida.

Soportar los rápidos acontecimientos, en la única reparación de que Asthar ganara en los mundos de arriba y nos rescatase.

El frío era ya una antología incontestable, me pregunté si fuera en los mundos superiores el mismo acontecimiento.

Salvaguardarse en la última hora antes de que el Sol nos abandonara, verlo por última vez salir, luego vendría la penumbra.

En los pocos minutos de paz.

En las largas horas de penumbra.

Buscaba, buscaba a unos y a otros pero ya no había nadie para hablar, para compartir, para ayudarse unos a otros. 

Seguía en estado de shock sin imaginarme en ningún momento todo aquel sueño.

Si en algún momento llegara este recuerdo a alguna confederación estelar, a algun punto del gran espacio o de la gran realidad, aquí ya el Sol no está y no es posible tener otro.

No hay catástrofe más grande, cualquier palabra se quedaría corta, es una situación insuperable, y eso que solo es parte del recuerdo, necesitarían siglos para empezar de nuevo y luego de ahí en adelante. Es como si hubiésemos sufrido la catástrofe más grande y aún solo es el comienzo.

No sé si queda algún superviviente, supongo que estoy en mis recuerdos ultimos, en donde la fuerza vital me abandona de forma estrepitosa, en toda aquella lucha por sobrevivir.

A quien pudiera oirme y esté en una situación parecida le doy las gracias por ser capaz de resistir.

He caminado con traumatismos en la cabeza, herido hasta en el espíritu por los desiertos del frío del rechazo y la indiferencia.

Uno se sabe que hay esperanza hasta que consiguen herir su espíritu, donde se supone que no llega lanza alguna.

En tal soledad mis últimos recuerdos se consumen, de todo último sucedido en la hora de todo lo posible, en la hora de un ascendente que brilla por última vez, en la certeza segura de que todo esto no podía ser el mundo.

Si algún punto de este gran universo llegara al código de luz solicito el resacate y la ayuda para los que aún queden. 


PROFETAS.


Seguro que estaba escrito en los libros, en las profecías de algún siglo anterior, si pudiera viajar en el tiempo, si pudiera retroceder en los siglos, leer lo que algún otro vivió y dejó escrito para ayudarnos. Si pudiera levantarme de la herida mortal.


LOS EXPLORADORES DE OTRAS ÉPOCAS.


Vi la luz en una cueva, 

Si todo esto pasara cuando nos cogieron las naves.

De todo un sueño,

Te buscaba para amarte,

Y ya no estaba.

Lo último para recordarte fue un firmamento, tumbado en un suelo, vi aquellas luces y justo al lado aquella máquina y una frecuencia cardiaca.


LAS BIBLIOTECAS.


Aprendimos algo de nuestra propia vida…

Quizá vamos leyendo cada uno nuestra propia historia en algún libro.

De ficción querría cambiar algunas cosas.

Las historias que recompusieron otros, aquella hoja perdida, los folios doblados en la agonía, un primer libro que el autor no valora, se quedan los folios escritos tendidos en una papelera, un cambio de vida y de repente alguien los salva y le anima, supongo que fueran las historias de otros libros.

Y el alma herida.



LA LUZ EN LA OBSCURIDAD.


Llegó en la cueva, los dolores venían, intentaba recuperarme pero no lo conseguía, cuando estaba débil vinieron uno tras otro a enseñarme su violencia y lo despiadado de su cobardía, a los que quería, y en la hora cierta de nuestra debilidad se conjuraron para apoerarse de lo que no les correspondía.

Cual hienas en la noche.

Vi sus ojos en la noche.

Y por más que les dieras el Sol por el día,

Te buscarían en tu hora más débil y te ofrecerían la muerte.

 


EN LA MADRUGADA DE UN SUEÑO.


Casi era mejor no estar vivo ya,

No había luz y todo fue obscuridad.

Volví a no conocer el mundo.

Estar vivo tenía el precio de la tortura,

La perdida de toda dignidad y derechos humanos.

Era peor que escupirme a la cara.

Atado de manos invisibles y cadenas de los que se conjuraron, y así nunca me podría defender.



LA OPORTUNIDAD DEL ÁNGEL DE LA GUARDA.


Te esperaban en tu hora tendida,

Para darte tu precio por querer las fuerzas del bien,

Debía ser la muerte.

O los conjurados…


EN LA HORA DEL FRÍO ESCARLATA.


Y en la hora triste que llega uno tarde a la primavera y el verano.

Todas las ilusiones perdidas, el gesto incierto, la mirada de solo te quieren cuando tienes tu legítima recompensa y vienen para quitártelo.

En la hora del frío escarlata, de los esfuerzos máximos, la critica de que no vale nada, el dolor del vacío, los que te agarran para que no te puedas defender.

Se apagan las grandes hogueras, rechazarme y hacer negocio con la hora en la que no te puedes mover, ver aquellas miradas.

Pero si algun Arcángel del Sol me aguardara les diría que he visto algunos ángeles en la hora más difícil, en lo interminable.

Algunos de personas pasaron a ser ángeles y arcángeles del cielo, sentí su lucha, su fuerza para que me levantara, el cumplimiento de su promesa, vivir.


DOS ATARDECERES JUNTOS.


Dejarme junto a ellos, con aquellos pocos que me quisieron,

En su luz.

Al más débil lo protegieron, lo quisieron.

Dame la hora en que vuelva a encontarme con ellos.


QUE YO MISMO NO ME ABANDONE.


Quisiera levantarme, quisiera recibir el abrazo de uno mismo al llegar el momento en el que llega lo insondable.




TU ALEGRÍA.


Vi los campos volver a florecer, buscar las montañas del alma, fue la mejor supervivencia.

Era una persona nueva en todo su sentido, el frío se había ido para dar paso a un paisaje donde siempre brillaría el Sol.

Quizá mi ángel de la guarda me había ayudado, debía estar escrito en algun libro y en los amaneceres ciertos del nuevo Sol la luz entre las tenues nubes resplandecía. Sentía tu amistad, el valor de todo tu esfuerzo y talento.

Y aquellas montañas del alma en su búsqueda, vivir un nuevo despertar, un reino donde la obscuridad se marchó para ver el Sol, la suave brisa del encuentro, la tempestad había pasado.



EL TEMPLO DEL SOL.


Retornar a un camino que tenía la intuición,

Los paisajes de nuestro interior,

La magnitud de su grandeza, la vida en un planeta que alberga civilizaciones en paisajes donde ya solo se recuerdan leyendo los libros de nuestros antepasados. 

Mirar la grandeza de su inmensidad y en cada forma de ellos ver que son diferentes.

Vivir en un futuro incierto desde un pasado de cambio.

A quien no le dejaban entrar en su propio reino.


VIAJES EN EL TIEMPO CON LOS LIBROS.


Leer en aquella cueva, mirar el camino a la luz de la Luna, sentir la brisa en lo alto, sentir el viento celeste como si fuese un caminante fuera de lo que conocí.

Por algún planeta extraño, parecido al mundo al que conocía, pero repleto de contaminación y radioactividad.

Calles donde todos son enemigos de todos, de aspecto Lunar, en la ausencia de todas las virtudes que existen en el planeta Tierra.

Quizá un mundo de donde venimos o simplemente una mirada a un mundo paralelo.

Una mirada de todos los del futuro hacia el pasado, hacia un mundo perdido.


VISLUMBRAR EL FUTURO.


Caminar por los planetas por conexiones que ya estaban,

Vivir paisajes casi en solitario de un peregrinaje por el Cósmico.

Todos los astros y planetas tan cerca, como si fueran parte del mismo mundo, ir de un planeta a otro en tan solo unos minutos, paisajes naturales donde apenas había lugareños.

Era el resumen último de la tesis interestelar, cada uno de un planeta, una peregrinación  aquel mundo, me encontraba con algun otro de otra civilización y de otro planeta.

Qué hacíamos allí…

Recuerdo un paisaje de azules claros, como insertado, pudieran venir todos esos paisajes de montañas desde aquí.

Pudieran venir todos los paisajes de desiertos Lunares de la Luna.

Y nuestro planeta ser una recopilación de todos aquellos mundos.

Habría habido una guerra entre los mundos…

Me encontraba con el mismo peregrinaje en los pocos que me encontraba, algunos no habían resistido pero tampoco podía ayudarlos.

Llevaba un traje espacial, y todo nuestro mundo de planetas, desde Mercurio a cualquier otro era como una ciudad que podía recorrerse de una punta a otra en unas pocas horas, paisajes como los que había visto aquí.

Quién había construido esa ciudad planetaria, de momento solo estaba conociendo sus paisajes naturales, llevaba un buen equipo espacial.

Había vestigios de un gran libro, mensajes en toda la arquitectura, templos naturales para recomponer toda la historia…

Pensé que pudiera ser un sueño pero no lo era, pensé en que abajo, en el planeta Tierra alguien estaría en mi misma situación.

Quizá yo mismo.

En todos aquellos encuentros estelares caminaba sin cesar, tenía un pequeño equipo de ayuda para no estar solo, era muy importante no perder la conexión con la base de la intuición y las fuerzas del bien.

Sentía ahora hacia donde dirigirme, de las zonas de paisajes debía llegar a las zonas civilizadas, ver un mundo altamente tecnológico donde todos los seres de la Vía Láctea estaban juntos. Supongo que llegado a este grado tan alto de evolución tendrían reconciliada la historia, la propia y la de la interacción del conjunto de los planetas.

En toda estructura espacio temporal hay un tunel cuántico.

Quizá aquel encuentro en aquellos años en la tierra, durante dos veces en su noche vi aquellas naves inmensas que eran más grandes que ciuades, aquella luz en movimiento, la nave de recocimiento, muy posiblemente en ese momento formara parte de la Confederación Interplanetaria, a saber que todo era un sueño, pero un sueño que debía comprender.

Llevaba recuerdos de lo difícil de aquellos tiempos en alguna zona estelar, a mi opinión una base Lunar llevada a la Tierra.

Pero estaba la posibilidad de aquel mundo reunido donde había alguno como yo, supervivientes o viajeros, exploradores.



EL ENCUENTRO.


En cada templo una estrella, una vida existía en toda representación histórica.

Pero la comprensión humana estaba limitada.

Y los magos.

Luchando.

Y en libro de la vida estaba escrito que algunos magos le habían dado todo sus poderes a todos los habitantes que ni siquiera sabían lo que era la magia. Era la Caída Atlante, donde los que llevaban años de preparación se veían relegados.

Era la Caída Atlante.

Mientras intentaba curarme de las heridas.

Tendido en la arena,

Vi a un hombre con um traje espacial, como venido de otro mundo, había algunos robots que lo ayudaban y tenía un perrito muy amistoso, parecía que no sabía lo que habín hecho algunos magos, todo aquel poder temporal concedido les haría retroceder, la prueba sutil del poder temporal.

Se enfrentaba a encontrar su destino.

Me tomó el pulso, y se quedó atendiéndome junto a esos robots.

Acababa de irme de aquella caída Atlante, puse las cordenadas desde el punto cero, aplicaba un preparado de medicinas en las heridas, buscaba cómo recuperarme.

Pero bastaba su sola voluntad para que me levantara.

Leí en sus ojos todo su destino, se le veía contento de encontrar a alguien allí.

Intuía que él también había conseguido escapar de otra caída.

Miré sus niveles de luz concentrada y eran meritorios, no había anticicipo, ni tampoco falta de preparación en su nivel.

Era un viajente, un explorador que lo habían llevado a un refugio espacial.


ÓPERA DEL ÁGUILA.


Quien se fue en lo que renace, la retirada, aparece la fuerza derrocadora que pretende humillar al que ahora está en el cambio, quien renueva las alas para volver a volar aún más lejos, el águila solitaria que por un momento ha descendido al valle para ver a los hombres, la hieren a lanza, aún con alas para renovar, quieren dejar el cielo en la tierra.

El águila atrapada desea retornar al presagio del cielo, y contempla con profunda tristeza como el firmamento ahora le pertenece a quien no respeta el esfuerzo, el vuelo de otros que fueron mayores.

Mayores en el sentido de comprensión.

El águila tiene una misión ardua, los que no conocieron el esfuerzo, lo elevado, tienen todo el poder de los cielos, son fuerzas que no han integrado ningún valor, fuerzas que atacan cualquier aproximación a las fuerzas del bien.

Quieren ser los nuevos dioses.

El águila debe quitarse la lanza, renovar sus alas, emprender un nuevo vuelo, salvaguardar a todos aquellos que no han sido vencidos por sí mismos.

A cambio de poder temporal, pasaron en unas pocas semanas, de no tener potencialidades a tenerlas todas y exhibirlas en el alarde indiscutible de que aquellas energías los doblegaron en unas pocas horas. 

Ahora el aguila solo ve el odio irracional que quiere aún más poder y la persecución de todo aquel que de verdad cultivó lo que merece la pena.

Pero el referente a imitar sigue siendo ese vuelo surcado ahora por la lanza, objeto de burla porque ya no puede volar, objeto de humillación pública en mensaje a los señores del cielo y a todo aquel que no entregue a las mismas fuerzas que les han prometido reinos, poder, mando, ser como los dioses. 

Nosotros tendremos todo lo que vosotros pásandolos por encima, utilizando las fuerzas del odio, prestadas durante un tiempo. Y de la guerra en los cielos y en la tierra, serán desterrados por los siglos, el poder del fuego en los cielos.


LOS MAGOS DEL RENACIMIENTO.


El viento que aviva la llama, la ciudad prometida de aquellos libros que prevenían el salto cuántico.

Aparecí de nuevo en la época del Renacimiento pero ya siendo muy mayor, sentí un salto humanitario en el arte.

Salí de aquel sueño y volví a mis textos, a la luz de una vela, tenía que corregir algunos libros de otros, manuscritos que se convertirían en novelas históricas. 

Tenía que decidir entre todos aquellos manuscritos para que uno de ellos entrara en el Renacimiento, era el más ligero de todos, estaba construído con una arquitectura diferente, consolidado en un único libro en el que continuaban otras historias. 

Lo guardé como un tesoro.

A la luz de lo fuera de lo convencional, los demás seguían las normas clásicas, pero aquel libro no se separaba ni un instante de la luz de la vela.



MAGOS DEL ORIENTE PLANETARIO.


Me reuní con otros magos de las artes, vieron el Sol en cada página, observaron que aquel libro como otros debía conservarse entre los magos blancos.

Se reflejaba una luz concentrada y en otros mundos planetarios aún se añoraba.



LA ESTRELLA INTERIOR.


El planeta viajaba hacia mundos desconocidos, había otros textos que hablaban de amores encontrados, de vidas felices, juntos en cada combate, soportando cada segundo de una historia personal hasta que ya no había duda.

Aquel explorador que observaba los planetas tomando hallazgos, seguro que debía exisitir algun libro para restablecer las coordenadas, sentirse cerca y llegar a un sitio donde estaban todos los que habían llegado hasta alli.

Solo era un viaje de ensueño pero ahora debían llegar los dos juntos sin perderse.

Un simple puente conectaba un planeta con otro y las estrellas en la tarde dibujaban historias nuevas, el idioma de las esferas, mensajes que nos conectaban en el espacio y en el tiempo.

Los vestigios de la Atlántida, recuperar toda aquella esencia que estaba en el recuerdo, todo lo demás debía quedarse, porque todo lo demás quedaba en la caída de una ciencia incontrolable.



EN EL CENTRO ESTABA EL SOL.


Sabía quien era el amor más grande de aquella persona con quien me encontré en aquel templo planetario, no podía decirle cuando sería su encuentro, pero a cambio regresábamos juntos, en la misma cápsula que nos llevó hasta aquí, me pasaba fórmulas y coordenadas muy acertadas y en el centro estaba el Sol.




HISTORIA ESPACIAL.


Nos encontramos con otros supervivientes que nos llevaron hacia un sitio magnífico que representaba el palacio del espíritu, observamos un nuevo mensaje de las estrellas, representaciones de mundos superiores, estábamos en el espacio pero siendo prehistóricos, se suponía que era el paso que debía dar el hombre, empezar de nuevo con las lecciones adquiridas. Pero aquella caída Atlante nos sobrecogía, la guerra de los mundos, pero el Sol estaba en ese centro y solo hacía falta establecer las coordenadas desde ese Sol hasta el que recordábamos en nuestro planeta.

No hacía falta curvar el espacio, ni utilizar ningún tipo de magnetismo, no hacía falta alterar ninguna densidad, simplemente esperar observando el mapa estelar.

Tenían aquellos viajes planetarios al Sol como guía y transporte.


LA ÓRBITA CELESTE.


Ver a un padre en la existencia, 

Divisar tierras nuevas que otros vislumbraron,

Rendir homenaje a los libros, allí se alberga la historia para lo venidero,

Soltar amarras en las naves siderales,

Visitar otros planetas en la hora de toda ayuda,

Se encontraría con ella.

La literatura.


EL PROPIO CAMINO DEL LIBRO.


Sin patria en el camino, sin lugar como alguien que solo su movimiento es patria, al igual que un libro que quiere encontrar su sentido en la lectura de las vivencias. Escritor en su andadura, su vida en la lectura de otros. Así como sus páginas dejan vivir la aventura y el infortunio. Se leen los libros en la andadura anacrónica de sus protagonistas.

La vida lo lanza, al libro, a vivir su propia historia. 

Humanismo en una vida que se mueve, soporta la inclemencia, así la lectura comienza cuando se comparte un sentimiento, un sentimiento elevado por más que un libro sea ignorado, la lectura es empatía cuando se comparte ese movimiento que a veces en apariencia es estático, deconstruido a prejuicios irracionales, pero la lectura pervive.


En el regreso, a la contestación en el tiempo con uno mismo.



PERGAMINOS DE UN UNIVERSO.


Aprender en la literatura a pequeños textos de un lenguaje que evoluciona, comprender a otros escritores en su trascurrir, divisar nuevos horizontes donde uno aprende en retrospectiva.

Ser compañero de los sueños de otros que a veces es uno mismo, se genera un nuevo diálogo que sin la guía de alguien más experimentado sería imposible. Estudiar la obra de otros y ver a la perfección a la que uno aspira, surgen en este sentido nuevos personajes que se encuentran buscando entender su propia historia.

En ese diálogo siempre estarán a quienes dedico este libro de textos construídos y deconstruídos, en la soledad de la noche y en todo factor humano. Lo importante en esa perfección es ir creciendo como personas e un intento de ascensión. Así la literatura también es alquimia, agradecer el impulso hacia esa perfección, son más que compañeros pero solo en el verdadero movimiento, en ese sentimiento único que se aproxima a nuestra alma se contempla la luz de quienes estuvieron en cada obra como un padre o un hermano mayor en el mismo diálogo.



PERGAMINOS DE CIUDADES.


En todo libro una historia que es hermandad, pero al sentido de reivindicarse con nosotros mismos, parece que hoy uno hace lo posible pero en un sentido confortable de comodidad, salir hacia el mundo externo sin perder el propio en busca de nosotros mismos.


Pervive una incomprensión al espacio en que se mueve la reconstrucción literaria.

Sin embargo la ilusión continua en esa retrospectiva que nos hace más humildes aprendiendo a confiar en ese movimiento anacrónico del arte.


En una historia paralea de como llegar en las historias formando un nuevo imaginario.

Ve el director la posibilidad de interaccionar haciendo una función de toda la obra, una ópera con las historias de parte de sus obras.

La literatura se convierte en un festival, en un acto musical donde se rueda un documental, pero un poco más arriba entrevistan al escritor o al lector convertido en director. Existe lógicamente una arquitectura invisible en ese caminar que desemboca en otras artes. Una compositora que en alguna parte del mundo se interesó por alguna de sus obras que le llega de modo casual y que lee en un viaje decide componer una canción que un escritor escuchará en algún momento.

Tiene un movimiento de retorno en el que el director recobra el aliento, le dedican emociones, arte no está solo en este mundo.

Y en alguna parte este nuevo director tiene un papel secundario, ve una actriz brillante, se enamora perdidamente de ella pero toda modernidad acaba en el formato documental.

La literatura va pasanso por las diferentes épocas y puede que esté o no adelantada a

su tiempo pero nos lleva a todas las disciplinas, al centro de cada estrella.

Se despliega en nosotros las combinaciones artísticas, recuerdo hace tiempo que me preguntaba si podía escribir el director una historia paralela, la historia de un libro entre los libros.



TU PROMESA.


En aquel mundo tan diferente hicimos un recorrido por la historia del firmamento, aquella caída Atlante se dio primero en el Gran Mundo. Cada planeta tenía su propia función e historia, incluso sus propias religiones, todas aquellas estructuras vinieron a la tierra, lo que pudo salvarse. Allí estaban los libros de Platón, hace siglos puede que tuviera un sueño parecido.

Los libros que habíamos leído se veían reflejados en nosotros mismos, incluso en nuestra propia escritura vital, parecían llaves de conocimiento para elevarnos a un sentido más trascendente.

Intuía que sería el soglo de oro de los libros en aquel refugio de planetas que poco a poco formaban un universo. Aquel chico con el que me encontré parecía el nuevo principito de un universo, de nuestro sistema solar llevado a una ciudad.

Tenía un corazón muy puro y una mente muy despierta, llevaba todas las esencias integradas de lo que sería el hombre del futuro. 

Pensé que regresar con él sería un priveligio para los dos pero había una cuestión fundamental, cuántos años habían transcurrido desde el punto cero.

En un tiempo que encontramos aquella población que mostraba un desarrollo del Humanismo hasta límites que sobrecogían conocimos a los magos y a los sabios que se interesaron enormemente por nuestro viaje.

Aquella arquitectura casi divina, de una geometría estelar, de cambio de información cuántica entre estrellas que supervisan el desarrollo de otros planetas y civilizaciomes, eran los misterios de un fractal. Supuse que en aquel viaje nuestra propia historia personal sería reparada, pero dónde estarían ahora nuestros destinos.

Era la verdadera promesa del mundo antes de la caída, vivir cerca de algo mucho más elevado, solo la prevalicación nos dejó fuera de aquella Géneisis, recogida también en la historia de algunos de sus cultos. 

Cuando regresáramos todo cambiaría, era posible que apareciésemos en otra parte de la historia, pero mi corazón se llenaba de júbilo al verlo a él, un joven astronauta moderno que irradiaba las mejores virtudes de todos nosotros.

El viaje de regreso no duraría mucho, en sus ojos se veía el brillo de la aprobación de aquel mundo superior y sus estrellas, le rodeaba un halo de paz majestuoso, era nuestra última esperanza.

Alguien que pertenecía al mundo nuevo que vendría siendo de allí para estar aquí.